Comenzamos la montaña por Riaño, admirando la pista del aeródromo del que allí disfrutan, mientras los hidros acceden directamente por debajo del puente, je je. Ya podría ser, ya. Aprovechar esa vieja carretera para montar algo allí.
Siguendo hacia el borde Oeste del Parque Natural de Picos pasamos por la Peña Ten 2142m, de los pocos restos de nieve que había en toda la zona (nevó al día sig.).
Ya en Asturias, empezamos a pillar nubosidad al llegar a Cangas de Onís. En el centro se puede apreciar el puente medieval -que le llaman romano- del que cuelga la cruz de la victoria.
A partir de aquí, gracias a Vincent que iba delante buscando huecos nos colamos por debajo de las nubes siguiendo el rio hasta Ribadesella, a donde llegaban también unas cuantas piraguas (no se ven en la foto). Supongo que llevarían neopreno...
Ya sobre el mar, rumbo E pudimos ver cuevas, acantilados, fosos por donde sube el agua del mar cuando hay mucho oleaje, etc. Este cabo no sé si lo diseñó Gaudí o Dalí, aunque no sean de allí, pero quedó muy chulo.
Playa de Cuevas del mar, cerca de Nueva
Playa de Barro. Hace 20 años veraneé mucho por aquí, qué recuerdos! Eramos más jóvenes...
Y llegamos a la villa de Llanes
...Y allá íbamos los dos, cual aventureros sobre el mar...
Al llegar a Cantabria, + ó -, vimos un hueco sobre nuestras cabezas por el que salir al exterior de las nubes, y desde allí, ya al sol, comenzamos el regreso bordeando de nuevo el parque de Picos de Europa, esta vez su lado norte. En la imagen, la sierra de Cuera, entre Picos y Llanes.
Y llegar de nuevo a Riaño es casi como ya estar otra vez en casa, esta vez viendo al fondo el Espigüete.
Al final hubo menos nubosidad de la esperada y pudimos disfrutar de una corta pero completa excursión para al fin conseguir reirnos un poco del mal tiempo que estamos teniendo.
Nada más. Hasta la próxima. Loy.