A media mañana ya estábamos en el destino y después de las revisiones pertinentes le dimos un vuelo de puesta a punto por la zona. Una vez comidos unos bocatas, a las 15:30 salimos de Villanueva con dirección a Villamarco, en lo que pintaba un placentero vuelo (por las condiciones tan atípicas de Zaragoza, en la que aunque no lo creais, NO HABIA NADA DE VIENTO).
Nada más salir y para librar la zona restringida de San Gregorio, ponemos rumbo hacia éstas antenas que son el punto de viraje para ya dirigirnos a Soria. De ahí a Madrigalejo del Monte y Villamarco.
El nuevo juguete de Juan, ya en casa. Ahora a equiparlo un poco y a disfrutarlo un montón.
Hasta la siguiente aventura aérea.